La Parábola del Pescador y el Ejecutivo MBA de Harvard [MIGRATED]

Una vez, un poderoso Ejecutivo se fue de vacaciones – su primeras vacaciones en 15 años. Mientras exploraba un muelle en una pequeña villa pesquera, un Pescador de tuna desembarcaba y acoplaba su bote. Mientras el Pescador amarraba su bote al muelle, el Ejecutivo lo felicitó por el tamaño y la calidad del pez que había atrapado.

“¿Cuánto tiempo le tomó atrapar ese pez? “, preguntó el Ejecutivo.“Solo un poco de tiempo.”, dijo el Pescador.“¿Por qué no se queda más tiempo y atrapa más? “, preguntó el Ejecutivo.“Tengo lo suficiente para soportar las necesidades de mi familia.”, dijo el Pescador.“Pero, ” – preguntó el Ejecutivo – “¿Qué hace con el resto de su tiempo? “
El pescador respondió, “Duermo hasta tarde, pesco un poco, juego con mis hijos, tomo un siesta con mi esposa, paseo en la villa cada tarde, donde tomo un poco de vino y toco guitarra con mis amigos. Tengo una agenda llena y una vida ocupada.”

El Ejecutivo estaba asombrado, le dijo, “Yo soy un MBA graduado de Harvard, y puedo ayudarle. Usted debe emplear más tiempo pescando. Con las ganancias, usted puede comprar un bote más grande. Un bote más grande le permitirá atrapar más peces, los que podrá vender para comprar más botes. Eventualmente poseerá una flotilla entera”

“En vez de vender lo que atrapa a un intermediario puede venderlos directamente a los consumidores, con lo cual puede mejorar sus márgenes de beneficio. Eventualmente, usted puede abrir su propia factoría, teniendo un control del producto, el procesamiento, y la distribución. Por supuesto, tendrá que dejar la villa y moverse a ls ciudad de forma tal que pueda dirigir su empresa en expansión.”

El Pescador se quedo quieto por un momento, entonces preguntó, “¿Qué tanto tiempo me tomaría?”“Entre 15 y 20 años. 25 como máximo … “, el Ejecutivo respondió.“¿Y entones que?”, preguntó el Pescador.El Ejecutivo se rió. “Esa es la mejor parte. Cuando el momento sea el adecuado, hará su compañía pública y venderá acciones de ella. Hará millones. ““¿Millones?¿Y qué hago entones?”, preguntó el Pescador.

El Ejecutivo pausó por un momento. “Usted se puede retirar, dormir hasta tarde, pescar un poco, jugar con sus hijos, tomar un siesta con su esposa, pasear en la villa cada tarde, tomar un poco de vino y tocar guitarra con sus amigos.”
Sacudiendo su cabeza, el Ejecutivo se despidió cordialmente. Inmediatamente desde que regresó de sus vacaciones, el Ejecutivo renunció de su posición.