Cuánto Cobrar Como Diseñador Web Profesional

[Fuente: http://www.creativasfera.com/cuanto-cobrar-como-disenador-web-profesional/]

Definir los precios y condiciones bajo los que trabajamos es un punto clave si queremos que el mercado valore nuestro trabajo como profesionales del diseño web. Porque sólo podremos hacer valorar nuestro trabajo si nosotros somos los primeros que lo valoramos y definimos las premisas básicas para aceptar un nuevo proyecto. Es fácil caer en el esquema de guerra de precios, pero créeme, a largo plazo sólo te sentirás quemado y frustrado. Y si hemos de competir por precios, al menos que sea por la gama alta gracias a la calidad de nuestro trabajo. Diferente es que justo estemos aprendiendo, esa es otra cuestión, pero si somos profesionales debemos fijar nuestro precio y condiciones como tales.

Cuánto cobrar por nuestro trabajo

Soy de la opinión que deberíamos fijar un precio hora a nuestro trabajo y diferenciar el coste con y sin facturaNo estoy diciendo que esto sean buenas prácticas, digo que esto está a la orden del día.

A partir de aquí, hemos de definir lo que creemos que vale nuestra hora y después considerar cuál es el mínimo por el que estamos dispuestos a trabajar. Por ejemplo, en España las clases particulares de diseño web se están cobrando a 20 EUR/hora, con lo que este puede ser el precio objetivo a cobrar. Sin embargo, podemos ser más flexibles y estimar un mínimo al que estaremos dispuestos a trabajar. Yo, por ejemplo, tengo claro que por debajo de 15 EUR/hora prefiero irme a un McDonalds, porque mi talento vale dinero y puestos a cobrar poco al menos que sea friendo hamburguesas. Pero habrá quien antes de irse a un McDonalds prefiera trabajar a 10 EUR/hora, aquí cada uno ha de definir sus límites.

La cosa cambia cuando hay que presentar factura, pues veremos descontados del importe el IRPF (el 21%, por Dios!!), el IVA (otro 21%, madre mía!!), la cuota de autónomos (casí 300 EUR al mes, pero ¿de qué van?), etc. Es un error calcular el precio hora teniendo en cuenta la semana laboral de 40 horas. Y esto es por las siguientes razones:

  • Parte de la jornada laboral la pasarás buscando nuevos clientes.
  • Debes dedicar parte de tus ingresos a publicidad y promoción.
  • Debes tener en cuenta que si estás de baja no cobrarás casi nada.
  • Tus ingresos han de cubrir los costes de oficina, ordenador, software, etc.
  • Pueden haber meses donde encontrar clientes sea una odisea.

Por eso pienso que para calcular el precio por hora hay que partir de una jornada de como mucho 5 horas al día que tenga en cuenta todos estos factores, pues si calculas en base a 8 horas prepárate a trabajar 12 horas… sin cobrar las cuatro de diferencia, claro.

Calcular cuánto cobrar

Existen muchas aplicaciones para calcular cuánto cobrar, desde la app CuantoCobrar a esta calculadora online. He probado las dos y en las dos ha salido un importe inferior al que yo considero que vale mi trabajo, pero puede servir de referencia.

Lo que sí que está claro que hay una serie de factores a tener en cuenta a la hora de calcular nuestra tarifa/hora:

  • Nuestro nivel de conocimientos
  • La calidad de nuestro portafolios (y su visibilidad!)
  • Nuestra reputación online
  • Nuestras referencias profesionales
  • Tener o no un estudio de trabajo y su coste
  • El tipo de proyectos para los que hemos trabajado hasta ahora
  • Nuestro conocimiento de idiomas

Las aplicaciones que mencionaba anteriormente tienen también en cuenta cuánto necesitas para llegar a final de mes, pero seamos honestos, si necesitas 1500 EUR para vivir y tu nivel de conocimientos es bajo no nos engañemos, si pones un precio alto no te saldrá nada. Hemos de ser conscientes de lo que ofrecemos, porque para mí un punto clave a la hora de determinar el precio/hora es qué valor añadido ofrecemos a nuestros clientes. Porque créeme, a nadie le importa pagar más si está seguro de la calidad del trabajo que va a recibir a cambio. Así, el precio es algo relativo, pues un bolso que me compré por 5 EUR fue caro porque al tercer día lo tuve que tirar porque se había descolorido, en cambio otro que compré por 25 EUR fue barato, porque es de una calidad estupenda y tiene un diseño que no pasa de moda.

Por eso, opino que cara a valorar el precio de nuestro trabajo los puntos claves son los mencionados: desde nuestros conocimientos a nuestro portafolios y reputación online. Considero que a no ser que se sea un amateur que va de diseñador web (cosa que abunda en este sector), los precios deberían empezar por un mínimo de 25 EUR/hora , e ir aumentando esta cantidad a medida que progresamos en este sector. Un diseñador experimentado con un buen portafolios y buena reputación online puede cobrar por encima de los 40 EUR/hora. Entiendo estos precios para ciudades como Barcelona y Madrid, es posible que para otras ciudades de España u otros países se deban ajustar, pues están medidos en base a estas dos ciudades. Está claro que hay mucho diseñador web que cobra menos, he llegado a ver ofertas de 15 EUR/hora. Pero honestamente, yo desconfiaría de alguien que me lo hace tan barato. Y si me demostrara que es bueno, pensaría que tiene un problema de autoestima y le recomendaría ir al psicólogo. ¡Hemos de valorar nuestro trabajo!Que nuestros estudios y preparación no nos sale gratis y hacer una web no es sólo poner un botón aquí y una imagen allá.

 

Hacer valer nuestro trabajo

Sólo podemos sentirnos motivados si sentimos que cobramos lo que merece nuestro trabajo. Todos hemos empezado y al principio cobrado poco por nuestra falta de experiencia, pero cuando ya tenemos un rodaje entonces debemos ponernos en nuestro sitio y cobrar lo que valoremos. Que bien que cuando te vas al dentista o al abogado te pega un buen sablazo. Si nosotros no valoramos nuestro trabajo, entonces vamos apañados si esperamos que lo haga el vecino del quinto. Como sector y colectivo debemos empezar a tomar conciencia que una guerra de precios sólo nos perjudica a todos. Dejemos que hagan guerra de precios los que se hacen pasar por diseñadores web y no llegan ni a la categoría de amateurs y diferenciémonos de ellos por la calidad de nuestro trabajo y no por el precio.

Si te faltan argumentos para defender tus precios, te recomiendo el post que escribí con 15 razones por las que se debería contratar a un diseñador web (y no a un aspirante a amateur). Aquí te dejo cuatro argumentos a tener a mano cara a defender tu precio si el cliente quiere regateártelo diciendo que eres muy caro:

  • Por el hecho de ser profesionales, podemos completar nuestro trabajo en menor tiempo y con mayor calidad de resultados, con lo que la diferencia será visible a largo plazo.
  • Lo barato sale caro. Esto es como el que se compra una colonia en una perfumería o en la tienda de los chinos. Sí, en la perfumería pagará mucho más por el mismo frasco, la diferencia es que le durará todo el día, mientras que la otra más vale que la lleve en el bolso si no quiere que a la hora sólo se huela el olor de su sobaco. La calidad tiene un precio.
  • No sólo hacemos un diseño y maquetamos, sino que tratamos el proyecto desde una perspectiva global teniendo en cuenta las necesidades del cliente así como del estado de su sector. De nuestra mano no sólo recibirá una web, sino una web que venda, con un asesoramiento profesional personalizado.
  • Somos profesionales y no regateamos nuestro precio. Consideramos que nuestro servicio vale esto y si se decide a trabajar con nosotros verá que no le engañamos.

Convencer con las emociones

Todavía pensamos que hemos de convencer con argumentos.. ¡no! Está demostrado que no somos seres racionales como se creía en el Renacimiento, sino seres emocionales que racionalizamos nuestras emociones. ¡Tomamos decisiones en base al factor emocional! Por eso que para salir adelante no sólo hemos de ser buenos en lo que hacemos, sino que tenemos que aprender a vendernos y desarrollar estrategias persuasivas. No te confundas, no hablo de manipulación, sino de persuasión. La diferencia es que la manipulación busca el beneficio propio, mientras que la persuasión el ajeno. Si yo quiero convencer a alguien de que contrate mi servicios es porque creo que soy su mejor opción, pues en otro caso prefiero reconocer mis limitaciones y decirle que no soy la persona que busca. Eso es persuadir y no manipular, hay que diferenciar ambos conceptos.

Veamos un ejemplo práctico de lo que muchas veces hacemos y de lo que deberíamos hacer.

Ejemplo 1: “Soy un experto en diseño web, con más de 10 años de experiencia y extensos conocimientos de HTML, CSS y JavaScript, así como de PHP y gestión de base de datos MySQL”.

Ejemplo 2: “Su negocio tiene un gran potencial y gracias al diseño que le prepararé verá crecer sus ventas de manera continuada gracias al atractivo visual y la facilidad de uso del sitio”.

¿Cuál crees qué vende? Pues date una vuelta por LinkedIn y otras redes profesionales y verás que la mayoría utilizamos el ejemplo 1. ¡Qué no estamos en una selección de empleo! Hablamos con personas que la palabra CSS les suena a “con su suegra” y PHP a un amigo del PP. ¡Nos estamos equivocando! Hay que decir los beneficios, valores y ventajas que aportamos, y no nuestro CV en verso.

Podría extenderme hasta el infinito como Buzz Lightyear de Toy Story, pero creo que con casi 1600 palabras he dejado ya la idea base bastante clara. Uno, hemos de valorar nuestro trabajo y fijar un precio que se corresponda con nuestros talentos y portafolios. Dos, hemos de tener argumentos a mano para defender nuestros precios. Y tres, hemos de usar el factor emocional para vender nuestros servicios. ¿Tú qué opinas?